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miércoles, 4 de mayo de 2011

La fortuna sonríe a los audaces

Tengo la suerte de tener a Alicia como compañera de viaje. Así que os dejo con su comentario sobre la valentía:

Andaba dándole vueltas al comentario de Gastón y  me vino a la mente la frase atribuida a Virgilio, "La fortuna favorece a los audaces”. Hay otra versión de ella, “Actúa con valentía y fuerzas invisibles vendrán en tu ayuda".

En mi recorrido, estas dos declaraciones son absolutamente ciertas. Siempre que he tomado medidas audaces, he conseguido grandes resultados. ¿Pero por qué sucede esto... y cómo se aplica a las sucesivas situaciones que nos vamos encontrando en el devenir diario?
Por lo general no nos preocupamos de "por qué" algo funciona, sólo que lo hace. Sin embargo debiéramos dar, en ciertos momentos, valor a entrar en el citado "por qué", ya que esto, por un lado, permitiría aplicarlo  a otras situaciones, y por otro lado, podríamos  llegar a ideas más poderosas. Y no importa cuán brillante e inteligente seamos, acaso simplemente no podamos tener éxito en la vida sin la ayuda de los demás.  Patton dijo: "Estados Unidos ama a un ganador." Una de las grandes cualidades de los ganadores es una acción audaz, y es por ello que las personas son atraídas por los ganadores. Acaso hay gente que solo viaja con ganadores en potencia. Cuando una persona empieza a hacer un montón de cosas que resaltan, esto atrae a los demás y, de repente, quieren ser parte de lo que está haciendo. ¿Por qué? Debido a que pocas personas actúan con valentía, y quieren vivir a través de lo
que los demás hacen.

Sin embargo no hay que confundir la audacia con la estupidez. Todos hemos conocido a personas que hicieron cosas estúpidas con valentía  y obtuvieron los resultados que se merecieron. Uno ha de mostrar valentía y lanzarse  al vacio sólo con una buena preparación respaldada por  el conocimiento. Vamos, que debemos actuar con valentía y decisión cuando se presente la oportunidad pero a ciencia cierta de que hay una red de por medio al efectuar el salto.
Por lo tanto, preparar con diligencia, y actuar con valentía acaso sea el camino de que las fuerzas invisibles vengan en nuestra ayuda ... teniendo con ello lo que llamamos fortuna  en lo que nos propongamos.

  

6 comentarios:

  1. Sigo la pista de lo escrito por mí hace unos días y me ha dado cuenta de que, alguna que otra vez lanzarse al vacio sin red, puede dar buenos resultados. En esas ocasiones en las que actuamos sin valorar el factor riesgo ¿En qué medida la suerte se pondrá de nuestro lado? Me resulta muy difícil la respuesta. Tendría que hacer un esfuerzo muy profundo para recuperar del pasado alguna de esas situaciones. Sinceramente creo que acaso me resultaría más fácil recordar alguna en la que acaso perdí oportunidades por tener miedo al salto sin red.
    ¿Cómo lo veis?

    Un abrazo

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  2. No conozco esa frase de Patton, pero si sé "la suerte" no le fué propicia. ¿Ó sí?

    Tras graduarse en West Ponit, fué seleccionado para el equipo americano de pentathlon moderno en la Olimpiada de Estocolmo(1912).

    Terminó la competición en quinta posición, aunque era el líder hasta la competición de tiro con pistola. Parece ser que falló un disparo y perdió su liderato. El que luego sería general afirmó que la segunda bala había pasado por el agujero hecho por la primera.

    ¡Qué cosas tiene "la suerte"! ó ¿es la puntería?.

    Es más : el vencedor fué descalificado por profesionalismo, pero los medallas de plata y bronce no aceptaron las medallas definitivas, por lo que tampoco fué cuarto.

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  3. Lanzarse al vacío sin red...hmmm. Como experimento no está mal aunque los resultados pueden ser absolutamente desconcertantes. Y da miedo. Pero justamente aquí entra el concepto de valiente. Lo es quien es capaz de superar el miedo. Puedes saber que una situación, aunque difícil, es superable. Pero un temor atroz te bloquea para hacerlo. Irracionalmente te ves incapaz de superar esa situación, aunque pensado friamente sabes cuáles son los límites del riesgo. Tomemos como ejemplo, sencillo, a alguien enamorado de una persona que no sabe si le corresponde. ¿Quien no ha sentido ese miedo alguna vez? ¿Quien no ha tenido verdadero pánico al no? De esa situación sólo se sale con valentía, superando la posibilidad de fracaso. Tomas una decisión, y actúas. Supongamos que la respuesta es no. El tiempo para superar esa "derrota" siempre va a ser menor que si te quedas en la duda. En fin, que hay que valorar las situaciones, sus pros, sus contras y recorrer nuevos caminos. En alguno está nuestra vida. Hay que "arriesgar".

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  4. Martín, ya que te has ido por la biografía del personaje que cito, continuémos. Creo que tuvo mala suerte por sufrir un caso de dislexia no diagnosticada. Sin embargo su amor propio no le impidió licenciarse, claro empleando más tiempo.
    Creo que fue un valiente, con tesón y con capacidad de superar los fracasos. No le voy a convertir yo ahora en un héroe, pero reconozcamos que un hombre con estas características se puede sentir afortunado. Los soldados querían servir a sus órdenes. Lo consideraban una suerte por aumentar las probilidades de salir vivos del combate.
    Dejo dos frases más de las que cedió para la historia:

    "Si un hombre hace todo lo que puede, ¿qué más se le puede pedir?"

    "No mido el éxito de un hombre por lo alto que llega, sino por lo alto que rebota cuando toca fondo."

    La última frase suya, Martín, te la dejo para que refexiones y me cuentes. También tiene su qué: "Quiero que me mate la última bala disparada de la última guerra"

    Un abrazo

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  5. Fortuny, mi alumnado de Química en un més se enfrentará a la prueba de selectividad. Tu comentario me ha recordado uno de los consejos que les doy. Que ante cualquier duda pregunten sin miedo-y con respeto-al profesorado que les está cuidando. En el mejor de los casos, tal vez les echen una mano para salir de una encrucijada. En el peor de los casos el no lo tienen seguro, pero que no sea por no haberlo intentado. Yo en una ocasión me anime a ir a corregir por ver la prueba desde dentro.Desde luego, el que me hizo preguntas con sentido obtuvo mi ayuda para encontrar el camino correcto.

    Un abrazo.

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  6. Creo que metiendo a Patton hemos dejado la suerte de lado.

    No creo que la falta de diagnóstico sea cuestión de mala suerte : fué incapacidad de los padres para ver que tenían un hijo con problemas. Seguramente en una familia así, eso se veía como signo de debilidad.

    Él tenía múltiples complejos: el primero creerse la reencarnación de varios guerreros de siglos anteriores y el peor de todos : creerse superior a los otros generales y a los políticos con los que trató.

    No sé si existe el dato, yo no lo voy a buscar, pero estaría bien saber cuántos nombres de sus soldados llegó a saber. Esa es la medida de la persona. También la del militar.

    Y, volviendo al tema del blog, mala suerte, seguro que fué la de "sus" soldados fallecidos cuando se enfrentaron en batallas para las que "su" general no tenía ordenes. Eso si que estuvo fuera de su control, las órdenes que Patton recibió.

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