Desde luego, que te acompañe la suerte, es de las mejores cosas que te pueden desear. En los viajes inciertos, en la búsqueda de nuevas ilusiones, y por supuesto, en la batalla diaria. Si tuviéramos la certeza de que la suerte no nos abandona nunca, seguro que todos los días comenzaríamos un nuevo reto o no nos achantaríamos frente a las adversidades. Podríamos ser más valientes, decididos y audaces. El resto del mundo admiraría nuestra capacidad de decisión y de riesgo y nosotros apostaríamos a caballo seguro.
Pero claro, de ser así - tener la seguridad de que la suerte nos es favorable – nuestras acciones no tendrían mérito. Las afrontaríamos siendo sabedores de que el éxito es nuestro aliado y por tanto, nunca correríamos ningún riesgo porque el triunfo está garantizado. La emoción previa a la obtención del resultado se pierde y por tanto, perderíamos el interés o la curiosidad por alcanzar dicha meta. Y estos dos últimos factores, interés y curiosidad, mueven el mundo. Así que lo hubiéramos cerrado hace miles de años. No estaríamos aquí. ¡Qué lástima!
Estimado compañero, si uno piensa en qué es lo mejor que puede desear a alguien a quien aprecia yo creo que se trata de desearle lo que en ese momento esa persona necesita. Salud, si estuviera enfermo. Trabajo si estuviera sumido en una profunda crisis económica. Compañía si se sintiera solo…No sé hasta qué punto el logro de todo lo que necesitamos para ser felices, o sentirnos plenos en bastantes secuencias de tiempo, pueda depender de la suerte pero si estoy segura de que en gran parte es así.
ResponderEliminarEn esta ocasión he tardado bastante en comentar tu reflexión. He venido varias veces sin poderlo hacer debido al impacto recibido en un acontecimiento donde una serie de circunstancias han llevado a que a una persona no le acompañase la suerte. Paso a comentar.
Una compañera maestra, de una de las escuelas de primaria de dónde nos vienen el alumnado a cursar la ESO y bachillerato y además madre de una ex alumna y de un alumno actualmente en bachillerato, el jueves fue atropellada dentro del recinto escolar por la furgoneta que trae habitualmente parte del catering para el comedor del alumnado. El conductor dio marcha atrás y, por razones que ahora están en investigación, la arrolló pasándola por encima. Cuando la llevaron al hospital sólo pudieron confirmar su defunción. En el equipo directivo-no sé si te he comentado que soy vicedirectora de un instituto- somos cinco personas y fue a mí a quien me pasaron la información para que la hiciera extensiva a mis compañeros y a los amigos de Xavier. Han retrasado los actos fúnebres para este lunes a la tarde por dos razones. La primera para, de alguna manera, mitigar o asumir el primer impacto de lo ocurrido y dar margen a la autopsia para aclarar los términos de la investigación. En segundo lugar, cosas del destino, la plaza donde está situada la iglesia que les corresponde estaba totalmente adornada y con escenario y barracas pues ayer viernes lanzaban el chupinazo de inicio, para este fin de semana,de las fiestas de San Vicente.
En esta ocasión creo que, desgraciadamente, el destino me ha puesto delante una situación que demuestra la tesis que comentas de que la suerte a veces nos abandona. De todo lo acontecido, me quedo con la suerte que tiene Xavier de tener a esa hermana-ya maestra como su madre- a la que tuve la suerte de abrirle la curiosidad por la Química. Estoy segura que ella va a ser un gran apoyo para Xavier en estos momentos. También la suerte de tener unos buenos compañeros de clase que ya el mismo viernes estuvieron redactando una carta para hacerle llegar todo su apoyo. Yo el lunes iré con mi careta de vicedirectora e intentaré controlar la emoción de compañera. Por último solo queda intentar normalizar la vida de Xavier. Como encargada de actividades extraescolares, he gestionado el viaje de estudios e irán en abril diez días a recorrer Italia. Espero que esos momentos le sirvan de bálsamo para aliviar estos otros que la vida, por falta de suerte, le ha interpuesto en el camino.
Un abrazo.
Hola Alicia, en efecto todo en la vida tiene su cara y su cruz. Desde luego, el Lunes te espera pasar un trago duro. Es muy difícil encontrar la suerte en la muerte y más si esta se produce de manera imprevista. Con tu post nos invitas a pensar en el límite de la suerte o en esta caso de la vida, y lo que nos afecta. Desde luego trabajaremos sobre este concepto porque nos puede ayudar mucho llegar a comprenderlo o aprehenderlo.
ResponderEliminarEn fin, en este momento duro sólo te puedo desear ánimo de espíritu y fortaleza.