Suerte y sincronicidad

Lo normal al enfrentarse a la suerte es, bien dejarla venir y depender totalmente del azar, o creer en la posibilidad  de que podemos hacer que esté a nuestro favor.

Dando vueltas por internet, he tenido la suerte de encontrarme con la teoría de la sincronicidad de Jung. La define de la siguiente manera:

“"Una coincidencia significativa de dos o más sucesos en la que está implicada algo más que la probabilidad aleatoria".

De ser esto cierto, y poderse probar científicamente, estaríamos frente a la posibilidad del dominio de la suerte. Tal vez la existencia de este blog pueda explicarse a partir de esta teoría.

En esta teoría se nos explica que las sincronicidades suelen suceder con mayor profusión en periodos de transformación: nacimientos, muertes, enamoramiento, psicoterapia, obra creadora intensa, cambio de profesión... En palabras de David Peat, "es como si esta reestructuración interna produjese resonancias externas o como si una explosión de «energía mental» se propagase hacia afuera en el mundo físico.

Es decir, que existe un detonante capaz de desarrollar en nosotros una energía cuasi cósmica. La verdad es que a fin de cuentas, en esto se basa mucha parte de las filosofías religiosas, las meditaciones, etc,etc.

Estoy convencido que vamos a volver muchas veces sobre esta teoría. Y que por supuesto, va a tener defensores y detractores a ultranza. Pero la  verdad es que nos abre un camino por explorar realmente excitante.

Quiero dar las gracias a Omegófilo que desde su blog http://trascendentalism.blogspot.com/ y mas concretamente

http://trascendentalism.blogspot.com/2006/05/sincronicidad.html

trata este asunto de forma muy didáctica y por tanto le he copiado. Vale la pena pasear por  allí. Gracias Omegófilo. Si tengo suerte algún día nos encontraremos.

Os dejo también un video  que nos pone a pensar un ratillo. Como siempre, gracias a Alicia que nos mantiene en contacto con todo lo que la Red mueve sobre estos asuntos.

Haruki Murakami. Por falta de palabras.

http://www.myspace.com/video/vid/39757126

Ética y suerte

Quiero dar la bienvenida a un nuevo seguidor: Martín Uriarte. Celebro cada seguidor porque supone una aportación distinta, nueva y seguramente refrescante alrededor del concepto suerte sobre el que trabajamos.

Como hay veces que es muy difícil seguir todos los comentarios que hacéis, y más aún si están en los primeros post, vuelvo a abusar del trabajo de quien me escribe y copio el post que ha colgado en  http://loconsigues.blogspot.com/2011/01/hoy-puede-ser-un-gran-dia.html

Nos dice Martín:

"Creo que ese gráfico no es muy correcto. Dibuja una suma de conceptos cuyo resultado es otro concepto que significa lo que nos es favorable.
Hay quien cree que la suerte es causada por la oración(Oh!Alá=>Ojalá) y una vida personal muy ética ó religiosa. Siguiendo un esquema similar, sería la intersección de dos circulos.
Hay quien liga la suerte, ó sea, los resultados que nos confortan ó que están en línea con nuestros deseos, a los sacrificios que se ofrecen a un Dios determinado(La Misa u otros sacrificios, incluso humanos) ó sea : sólo habría un círculo en un esquema del mismo tipo.
De uno tiene siempre los acontecimientos de cara, los musulmanes dicen que "tiene baraka" ó sea que "Alá le bendice".
Yo diría que "tener suerte es obterner el resultado que queremos en acontecimientos que son aleatorios ó no están bajo nuestro control".
Pero "tener suerte" no es algo que ocurre siempre. Ó, ¿ si?.
¿ La suerte es aleatoria ?, yo creo que si. Y, si así fuera, habría que analizarlo, es posible que pueda ser observado también bajo un punto de vista estadístico.
Para terminar : ¿ no estamos hablando de EXITO y no de suerte ?"Hay varios puntos que me gustaría destacar. Martín habla de la vida personal ética (disculpadme que aunque él una ética y religión, yo separe estos conceptos porque me reconozco nada religioso). Creo que esto es muy importante.  En efecto, quien mantiene una ética, es decir una línea de vida, suele medir su grado de satisfacción  en base a esta traza. Lógicamente si consigue mantenerse y vivir de acuerdo a sus propios principios, es muy posible que en su resumen vital hable de que ha tenido suerte.

Y aquí entra el  otro concepto que Martín, no sin razón, pone en duda: Habla del concepto aleatorio de la suerte. Si vemos el  gráfico a que hace referencia Martín, en el hay dos conceptos distintos que en realidad son uno solo si nos basamos en la definición del diccionario de la Real Academia. Porque las definiciones de Azar y Suerte son la misma como vimos en otro post. Pero es cierto que el concepto general de suerte no siempre se aplica al hecho fortuíto sino que se acerca más, como bien dice Martín, al concepto de éxito. No obstante, estar en el  lugar adecuado en el momento oportuno lleva un trabajo previo que es justamente lo que vamos desarrollando, estudiando y tratando de aprender, comprender y tal vez aplicar. Por eso cuando nos dicen que tenemos suerte - no hablo en plural mayestático sino me refiero a los seguidores de este blog - sonreímos y decimos que sí, que la tenemos, para no complicarle la vida al de al lado.

Gracias Martín por tu aportación, verás que no discrepamos mucho..

Pd.- (Ya me dirás si eres hombre de suerte y si te sientes capaz de regalar un poco de ella...)

Música y suerte

La verdad es que aún somos pocos pero que gustazo da leer los comentarios. Tanto es así que otra vez me tomo la confianza de copiar y pegar uno que ha hecho Alicia en el post anterior. Como sabéis, muchas veces los comentarios se pierden en el baul de los recuerdos. Por eso quiero convertirlo en entrada. Ofrece una posibilidad muy sencilla de ponernos en el camino  de la suerte: la música. Os dejo con su comentario. Gracias Alicia. (Ah, por cierto, os recuerdo que quien quiera enviarnos cualquier aportación a este asunto, que no dude en hacerlo. Será bien recibido).

"Al parecer, la euforia que produce escuchar cierta música es consecuencia de la liberación de endorfinas como respuesta de una región del cerebro. A la hora de elegir las canciones a escuchar, tendremos que dejar de lado aquellas que nos produzcan sentimientos negativos relacionados con emociones como la tristeza, el despecho, la soledad…Habremos de elegir aquellas que nos evoquen emociones de optimismo como pudieran ser las de romanticismo, felicidad… Este último tipo de música tiene influencia positiva en nosotros porque fomenta la creatividad y el buen humor y asimismo que nos veamos envueltos en una sensación placentera de buen estado de ánimo. Disfrutar con la música es tender un nuevo camino para conectar con la buena suerte.
El filósofo Friedrich Nietzsche afirmaba que "sin música la vida sería un error". Son los jóvenes lo que ponen en práctica la sana costumbre de oír música. Se dice que más del 70 % escucha música todos o casi todos los días. Nosotros ¿Por qué no?"

Hoy puede ser un gran dia

Está claro que la actitud personal frente a las circunstancias de la vida ayuda mucho a que las cosas vayan mejor o peor. Desde aquí defenderemos -eso creo- que la suerte hay que trabajarla, hay que buscarla, hay que ponérsela como objetivo. Sólo así, tendremos la sensación - que en muchos casos nos lleva al convencimiento - de que la suerte está con nosotros. 

Y uno de los mejores métodos en esta búsqueda-consecución es darse algunas ayudas. Por eso hemos puesto en el lateral de esta blog la canción de Joan Manuel Serrat "Hoy puede ser un gran día"  Para que la oigas de vez en cuando. Si necesitas un pequeño empuje al comenzar el día, chútatela, póntela un par de veces antes de comenzar las actividades, o mientras realizas tu aseo personal al comenzar la jornada. Te prometo que imbuído de ese espíritu puedes conseguir nuevos logros. La canción pone una sonrisa en tu rostro, anima tu espíritu y es capaz de cambiar las perspectivas cotidianas. Vale la pena. La suerte te alcanzará.

La suerte de la inteligencia

En el cruce de los cuatro caminos hay que tomar una decisión. ¿Por cual de ellos se decidirá? Habrá quien  mire al sol o a las estrellas o a cualquier otra referencia posible, y opte por uno de ellos. Seguramente acertará. Cuando llegue a su destino es bastante posible que comente: "¡Que suerte he tenido, elegí bien!"

Otro caminante, tal vez menos avispado, saque una moneda y decida por sorteo qué camino escoger. Es bastante posible que las leyes de las probabilidades se pongan en marcha y tenga que volver de nuevo al cruce de caminos para desandar lo andado. Y aunque esto no ocurra y acierte a la primera su comentario será "¡He tenido mucha suerte, he conseguido llegar al sitio!"

Hay muchas veces que se confunde inteligencia y suerte y es posible, lo iremos comentado, que el mayor enemigo de la suerte (entendida como fortuíta) sea la inteligencia. Tal vez por eso en vez de atribuir suerte a alguno le deberían reconocer inteligencia.