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domingo, 13 de noviembre de 2011

Cambio de domicilio

Estimados amigos/as:

Ante todo os pido disculpas por este silencio tan prolongado. Inicié este blog en busca de un camino. Y, las cosas del destino, -¿de la suerte? - me llevan por otros derroteros que veo mas consistentes. Así que esta es la última entrada de este blog (por lo menos durante un tiempo)
Os invito a que os paseeis por http://preparatufuturoya.blogspot.com/ Creo que encontraréis algo de lo que buscábais en este blog. Ójala sea así y os guste. Gracias por acompañarme.

viernes, 3 de junio de 2011

Pienso luego actuo

Está claro que las acciones son ideas, es decir, haces algo y a continuación tu cabeza se pone en marcha, descubriendo toda la situación en la que te has metido. Pero, ..., como en este blog tratamos de averiguar si la suerte es manejable, debemos pensar al revés. ¿Las ideas son acciones? ¿Se puede desde la mente provocar las acciones, vamos, hacer que lo que ocurra sea lo que nosotros pensemos? La respuesta es sí.
Yo no creo en las brujas, ni cosas similares, pero como dicen los gallegos, "haberlas haylas".
Hace años le dediqué un tiempo a temas de meditación, control mental, etc,etc. La verdad es que en ese momento me ocurrieron "coincidencias" más allá de lo razonable. Algunas de ellas fueron tan impactantes que, la verdad, me entró cierto miedo y lo dejé.
Ahora, más mayor, y tal vez más maduro, je, he vuelto por este camino.He empezado de nuevo desde cero. Y sin llevar más de una semana trabajando en ello, ya empiezan a suceder "casualidades". Esta vez espero tener control sobre las situaciones. Os iré contando. Pero está claro que la suma de casualidades favorables puede dar lugar a una apreciación general de suerte. ¿O no?

sábado, 14 de mayo de 2011

Sonreir es empezar a vivir

Uno de los mejores métodos para que la suerte te sonría es que tú le sonrías a la vida.  No sé si habéis probado sonreír con frecuencia. Mantener esta actitud en tu trabajo, en tu ámbito social, con los demás, suele provocar reacciones de sorpresa. Al principio no. Pero a medida transcurre el tiempo y los demás ven cómo eres capaz de seguir en esa filosofía, empieza a cundir la curiosidad. ¿Por qué sonríes? ¿Es que eres feliz siempre?  Incluso. ¿Me tomas el pelo? Hay mucha gente que desconfía. Que no es capaz de pensar que la sonrisa, además de ser señal de felicidad, puede ser un acto de reivindicación continuo. Les dices a los demás que estás ahí, de manera abierta, que les valoras, que tienes ganas de aprender, de absorber todo lo que te rodea y de crecer. Bueno, y también de creer.
Y poco a poco, la actitud de muchos de los que frecuentas,  empieza a cambiar. Rebajan la agresividad, se tranquilizan, e incluso te empiezan a dar confianza. Se acercan a ti con otra actitud, mostrando su mejor cara. Empieza entonces el camino de crecimiento en cadena. Tú sonríes a los de al lado, ellos a su vez empiezan a ver los efectos beneficiosos, y consigues influir positivamente en tu ambiente. Eso hace que las cosas funcionen mejor y que en algún momento te ocurra algo positivo, tal vez …achacable a la suerte.

Aprovecho para dar la bienvenida a dos nuevos seguidores: María y Mercedes Ridocci. Ya sabéis donde estamos y a lo que nos dedicamos. Cualquier aportación que queráis hacer será bienvenida. Gracias por pasear por aquí.

miércoles, 4 de mayo de 2011

La fortuna sonríe a los audaces

Tengo la suerte de tener a Alicia como compañera de viaje. Así que os dejo con su comentario sobre la valentía:

Andaba dándole vueltas al comentario de Gastón y  me vino a la mente la frase atribuida a Virgilio, "La fortuna favorece a los audaces”. Hay otra versión de ella, “Actúa con valentía y fuerzas invisibles vendrán en tu ayuda".

En mi recorrido, estas dos declaraciones son absolutamente ciertas. Siempre que he tomado medidas audaces, he conseguido grandes resultados. ¿Pero por qué sucede esto... y cómo se aplica a las sucesivas situaciones que nos vamos encontrando en el devenir diario?
Por lo general no nos preocupamos de "por qué" algo funciona, sólo que lo hace. Sin embargo debiéramos dar, en ciertos momentos, valor a entrar en el citado "por qué", ya que esto, por un lado, permitiría aplicarlo  a otras situaciones, y por otro lado, podríamos  llegar a ideas más poderosas. Y no importa cuán brillante e inteligente seamos, acaso simplemente no podamos tener éxito en la vida sin la ayuda de los demás.  Patton dijo: "Estados Unidos ama a un ganador." Una de las grandes cualidades de los ganadores es una acción audaz, y es por ello que las personas son atraídas por los ganadores. Acaso hay gente que solo viaja con ganadores en potencia. Cuando una persona empieza a hacer un montón de cosas que resaltan, esto atrae a los demás y, de repente, quieren ser parte de lo que está haciendo. ¿Por qué? Debido a que pocas personas actúan con valentía, y quieren vivir a través de lo
que los demás hacen.

Sin embargo no hay que confundir la audacia con la estupidez. Todos hemos conocido a personas que hicieron cosas estúpidas con valentía  y obtuvieron los resultados que se merecieron. Uno ha de mostrar valentía y lanzarse  al vacio sólo con una buena preparación respaldada por  el conocimiento. Vamos, que debemos actuar con valentía y decisión cuando se presente la oportunidad pero a ciencia cierta de que hay una red de por medio al efectuar el salto.
Por lo tanto, preparar con diligencia, y actuar con valentía acaso sea el camino de que las fuerzas invisibles vengan en nuestra ayuda ... teniendo con ello lo que llamamos fortuna  en lo que nos propongamos.

  

martes, 19 de abril de 2011

La suerte se llega a controlar

Está claro que se habla de mala suerte en el momento en que se da una situación que nos sobrepasa, es decir que no podemos controlar. Cuando no tenemos recursos para afrontar lo que sucede a nuestro alrededor, nos venimos abajo o nos quedamos bloqueados. Y entonces el recurso más sencillo es apelar a la mala suerte. Seguramente sobre esta idea volveremos más veces.
También se da en muchas ocasiones que ese suceso que acaba de ocurrir y que es considerado como como  mala suerte, el paso del tiempo lo puede convertir en positivo. Si estudiáramos esos casos en profundidad seguramente llegaríamos a la conclusión de que hemos desarrollado las defensas - mejor dicho las aptitudes y actitudes - necesarias como para ser capaces de que en caso de que vuelva a ocurrir algo parecido no nos afecte tan negativamente. Es decir nos hemos preparado para afrontar esa situación. Y entonces, los demás e incluso nosotros mismos, cuando nos movemos como pez en el agua en esa situación difícil y desconocida para otros, se hablará de buena suerte. Claro que nuestro amigo Martín, y no sin razón, hablará de experiencia.

lunes, 11 de abril de 2011

Buscar influencias

Martín nos manda esta nota. Habla de la suerte y de encomendarse al cielo. Bueno, mejor dicho, de cómo le encomendaban al altísimo. Os la dejo y comentamos.

Fueron 357 días que comienzan en marzo de 1978 y acaban en el mismo mes de 1979, y forman parte de los 434 que hice de servicio en el ejercito de tierra.
En esos días que cito, un día a la semana, solía llevar mi ropa a lavar a una señora que suplementaba su magra pensión en negro, y defraudaba a Hacienda mis pocas pesetas, que en aquella época empezaba a perseguir los tributos de los españolitos de a pie.
Bien, mi recuerdo. Cada vez que entregaba ropa ó la recogía limpia y planchada, aquella buena señora cuyo nombre ya no recuerdo, como mucho de lo que se refiere a ese período, no me deseaba suerte, sino que me decía  : "Con Diós", lo que entiendo es una abreviatura de la jaculatoria ¡Vaya Usted con Dios!.
Te voy a apuntar un tanto : Creo que sobrevivir con el cuerpo y la mente integros a esa experiencia fué cuestión de suerte : armas que se te pierden, ó te roban; juegos que terminan con balas en el cuerpo, explosiones de armamento pesado y de plástico explosivo en el campo de tiro, esquirlas que alcanzan al compañero y le dejan "tocado" un ojo para siempre, los "tontos" que se daban la vuelta hacia atrás en el campo de tiro para avisar de que se había agarrotado el cierre del arma con el cargador puesto,...
Con razón, la señora me decía lo de "¡Con Dios!" : ella confiaba mi suerte a Dios.
Y, como te decía tiempo atrás, como ni Dios ni conservar mi integridad estaban en mis manos, juego para tí.

martes, 5 de abril de 2011

Un buen análisis

“Algunas personas sienten pánico por las alturas, otras no pueden soportar encerrarse en un ascensor, otros sienten un terrible agobio al verse rodeados de gente, otros  desean estar siempre en compañía, y muchos tienen miedo a la muerte, a las enfermedades o al dolor físico. Estas percepciones mentales, al no estar atentos, nos predisponen positiva o negativamente en nuestra vida diaria, dependiendo de la polaridad de la emoción o del deseo que conlleve.   Por tanto, nuestros pensamientos suelen estar teñidos de una amplia gama de materia emocional. Cuerpo emocional y cuerpo mental funcionan al unísono. Así, el deseo de volver a experimentar una experiencia placentera requiere de la intervención de la memoria. De igual forma sucede con las experiencias desagradables a evitar."

Está claro que nuestra predisposición mental frente a determinados sucesos es importantísima. El conocimiento de nuestros porqués, el análisis de las situaciones en frio (contar hasta diez), nos va a dar un respiro importante frente las situaciones negativas. Si sabemos afrontar con tranquilidad y distancia los acontecimientos, podremos hacer que estos nos sean más favorables. Y cuando esto ocurre diremos, sin temor a equivocarnos,  que la suerte nos acompaña.